La Transiberica este-oeste, un nuevo viaje por España
El primero de los viajes. De Sant Pere (B) a Mérida (Ba)
El segundo de los viajes. De Mérida (Ba) a Roncesvalles (Na)
El tercero de los viajes. La Transpirenaica, de Navarra a Girona
Etapa 21. Fiscal-Nerin
Casi no he podido dormir, cuando el viento golpeaba la ventana lo he pensado: la excusa perfecta para no subir allí arriba…
Pero al tiempo, me ponía en marcha, mi maltrecho cuerpo se quejaba de lo vivido que acabó hacia pocas horas y demandaba comida, así que nuevamente en marcha.
El río Ara afila mis sentimientos…
Que explicar, como hacerlo, como traducir en palabras los sentimientos mientras viajas?
El Ara, es el río del pasado, del pasado de dos personas una de las cuales es quien escribe estas letras…
La etapa de hoy la recordaba muy bien, fue tal vez la más impactante, la más sentida de mi viaje anterior por este mundo de picos, ríos y valles… dejarme que os sitúe en lo que es, en lo que ha sido, en lo que fue…
Los Pinarillos es más que un alojamiento, más que una edificación junto a un río, mas que el lugar que nos sirvió de base para descubrir, recorrer y disfrutar enormemente un parque nacional impresionante y único: El Parque Nacional de Ordesa y Monte Perdido, es mucho más…
Sarvisé deja paso a Broto que hoy se desperezaba a mi paso mientras a mi mente se asomaba el temor…
Tras mandarme las cubiertas mixtas que cambíe en Roncesvalles, volvía sobre mis pensamientos y mi río.
El Ara con sentimientos encontrados, con alegría por el encuentro al tiempo que algo apenado por mi nueva marcha sabía lo que me esperaba, algo más allá. Torla se descubre ante mi reto y me empuja a mi destino…
Es fácil descubrir a que reto me refiero puesto que Torla está a poco más de 1000m de altura… una vez pasado el casco urbano, por la derecha sale la pista, mi pista, que comienza a subir suavemente en el primero de los dieciséis km. que me esperan… en esos dieciséis km. la pista te coloca a una altura difícil de entender y fácil de sufrir, las curvas y contra curvas se ríen de ti, te miran con rabia, piensan que has venido a profanar ese mundo que protegen… en poco más de 12 km has subido mil metros y desde allí, desde el mirador del rey comienza a instalarse en tu mente una visión diferente…
Escribí en aquel año en el que pasé por aquí como me hice pequeño, como imaginaba esas laderas que ahora veía nuevamente mientras sufría y subía, subía y sufría, escribía como ni me imaginaba como pudo el Arazas, afluente del Ara, horadar mediante un glaciar el valle que comenzaba a ver lentamente conforme ganaba altura, ese valle que el glaciar pudo horadar en estas enormes, magnificas e increíbles rocas convertidas en montañas de una dureza tan brutal como bella.
El viento me castigaba duramente mientras el cielo se acercaba amenazándome con desplomarse sobre mí y aún no parecía que había comenzado la subida…
La ladera sur del valle que apenas veía alberga la senda de los cazadores, una senda increíble que partiendo de la cola de caballo no deja de subir hasta que se desploma literalmente sobre el antiguo aparcamiento de coches, ahora deshabilitado, con una rotundidad que raya la crueldad…
Iba subiendo con esos pensamientos en la cabeza, girando una y otra vez mi visión sobre tanto bello, con visiones cada vez más elevadas del entorno que se iba convirtiendo lentamente en pequeño, con el viento que amagaba con un cambio de tiempo mientras alcanzaba el paso de las Cutas a 2150m de altura y aún me quedaba más…
Paralelo al labio superior del valle del Parque Nacional, discurría mi camino mientras algún vehiculo con turistas ha aparecido tras de mi, me miraban al pasarme junto al camino como si vieran a un extraterrestre y yo, parapetado tras mi casco y tras mis gafas, les devolvía la mirada al tiempo que en silencio me decía: entiendo y comprendo.
Sonrío en mi interior… al tiempo que lamento no poder, en esos momentos, volar…
Allá, a lo lejos veo y distingo, desde un cortado todo aquel mundo que deseo con fuerza en algún momento volver a recorrer: la cascada de Cotatuero a la cual se sube y se pasa por unas clavijas clavadas en la roca con un cortado de más de 500m en que la vida de la muerte está separada por un paso, la Cola de caballo, las cadenas y clavijas que te llevan hacia el valle superior, paso obligado camino del refugio de Goriz, la brecha de Rolan, la cueva de Casteret y los picos de más de 3000m de altura… que como fondo y punto final de un día que, en esos momentos, pensaba en que no debiera de acabarse cuando aún faltaba mucho… tal vez tanto que no podía abarcar…
Subir hasta los 2250m en esos momentos no tenía importancia, tan solo la tenía lo vivido que iba dejando atrás…
En un giro, con un rumbo que se dirigía con vistas increíbles a un lejano, grandioso e inabarcable sur, me apartaba la ruta de mi deseo, el deseo…
Los altos de Las Arenas, La Estiva y Salz, tristes compañeros que miran al sur sin poder ver la maravilla de estas tierras traducida en valle, me han visto pasar concentrado en la enorme bajada que me aguardaba.
La larga, fantástica, maravillosa e increíble bajada a Nerín es el broche final a una etapa, memorable.
Slow ha recorrido las provincias de:
Barcelona, Tarragona, Teruel, Castellón, volvió a Teruel, Cuenca, Toledo, Ciudad Real, Badajoz, Cáceres, Ávila, Segovia, Burgos, La Rioja, Navarra y se encuentra en la provincia de Huesca.
Cena: jajajaja
Desayuno 1: en el Hostal, humanidad, un gran valor que existe.
Desayuno 2: en Broto
Comida: en Torla muy temprano para dar tiempo al cuerpo, para rehacer la mente, para esperar que el viento se calmara… casi todo se ha cumplido.
Alojamiento: Albergue Añisclo.
Maravillas del viaje:
El Ebro
Morella
Albarracín
El Júcar
El Tajo
Cuenca
La Mancha
La plaza mayor de Tembleque
El campo extremeño
Mérida
Cáceres
Monfragüe
La comarca de la Vera
La sierra de Gredos
Ávila
Segovia
La Sierra de la Demanda
El Camino de Santiago, Burgos-La Rioja-Navarra.
El bosque de Erro y Mezkiritz
El bosque de Irati.
La montaña entre Ansó y Hecho
El Parque Nacional de Ordesa y Monte Perdido