La Transiberica este-oeste, un nuevo viaje por España
El primero de los viajes. De Sant Pere (B) a Mérida (Ca)
Etapa 1. Sant Pere-Mora d’Ebre
Los viajes…
Hoy en la mañana festiva y trashumante de Agosto he comenzado el viaje, confabulándome con la hora temprana, queriendo huir lo antes posible de lo que nos ahoga diariamente, he llevado a cabo el ritual que, como siempre, da inicio a mis viajes.
Rafa es aquella persona que callada me acogió hace años cuando aún siendo de día yo no veía la luz, cuando los minutos los contaba por horas, cuando nada parecía ser fácil o amable… cuando todo sobraba y todo faltaba, en aquellos días, en los que escogí mi apodo internauta por la velocidad a la que conducía mi coche, aquella velocidad que generaba colas de coches mientras subía a Begues o cruzaba las cuestas de Garraf…
Lento me apodé.
El se limito a mirar y esperar, a simplemente eso… dejar pasar el tiempo.
El Tiempo…
Así que, cuando en el primero de los viajes relatados fui a decirle adiós, ocurrió una cosa sencilla y extraña: se iluminó por momentos el cielo y como un preludio de lo que vino después, decidí practicar el ritual de ir a despedirme de el puesto que desde entonces, creo que eso me da fuerza y suerte.
En este tiempo Rafa lo ha logrado: tiene un proyecto de futuro que se llama Berta, si, no conocéis a Berta?. Es alguien especial y no tan solo para Rafa:
www.b-erta.500px.com
Hoy, tras decirle adiós y sin sorpresas puesto que si le hubiera dicho que me iba a la luna estoy seguro que se lo hubiera creído, he marchado con el sol a la espalda a recordar una etapa que ya hice hace años en la que la lluvia, el frío y la nieve fueron los auténticos protagonistas. Una etapa que repetí esta semana santa…
Una sorpresa calculada me aguardaba en Vilanova, el grupo ciclista de las nenazas habían quedado donde siempre a la hora en la que yo iba a pasar...
La alegría en las caras lo han dicho todo y algún comenterio del tipo... me voy contigo, también.
El grupo de chicas ( y chicos) es de lo mejor del club Bttgarraf.
El verano no entiende de nada de eso, las personas intentan disfrutar de lo que las playas ofrecen y yo lo he visto en sus caras y en sus gestos mientras recorría los paseos marítimos de un mar conocido, amado y querido que he dejado de ver por muchos días.
Vilanova ha dejado paso a las conocidas, por los que vivimos aquí, poblaciones con mar, Cubelles, Cunit, Calafell, El Vendrell o Roda de Bara…
El recorrido ha sido, como siempre que puedo, un baño bicicletero en las cercanías del mar con la mayor intensidad posible y es que en este viaje nada o casi nada hay junto al mar…
Torredembarra tiene un puerto romano escondido entre las aguas y un faro junto a una playa a la que solo se accede caminando por una pasarela de madera o por los acantilados y en esos acantilados se encuentra el faro que solo con los ojos limpios y claros se puede ver, los corazones sacudidos por un pasado tosco y gris tienen vedada su visión, yo por si acaso, me he acercado para realizar unas fotos allá donde se supone que debía de estar…
La bonita y a veces poco valorada Altafulla ha dado paso a una esplendorosa Tarragona por la que he pasado lentamente, sin prisa puesto que al largo recorrido de la etapa de hoy no le temo.
He recordado un día de paseo por la ciudad, he recordado la muralla, y la catedral, las piedras, pulidas por el paso de los diferentes calzados que han soportado durante miles de años vieron como mis ruedas sin apenas querer dañar se deslizaban por su superficie en una mañana lejana.
Bajando al río Francoli, se remonta por un camino señalizado por marcas blancas y amarillas hasta que ves un letrero que señalaba mi primer destino un tanto alejado de la ruta. Por un tunel que parece transportarte a otros tiempos se llega a un parque desde el que se llega a uno de los monumentos de la Tarraco romana: el pont del diable que era un acueducto que servía de agua la ciudad…
Cruzando el río seco y esquivando las obras de una autovía se llega a Constantí, más allá Reus te acoge con su centro comercial, con sus edificios que destilan solemnidad y su salida te devuelve a una normalidad que deseaba, la de transitar sin mucho más que pensar que en las líneas escritas, los paisajes sondeados, el perfil de la montaña, el disfrute sostenido…
La segunda de las subidas ha sido la primera de las pruebas para una configuración diferente; la de llevar esas ruedas más finas que lo normal en una bici de btt, el resultado ha sido una prueba curiosa y sorprendente, tal vez porque, la verdad, no he notado diferencia alguna…
Tras alcanzar los Colls que te aguardan donde he recordado el nevazo de aquel invierno, he afrontado con la sonrisa en la cara la sucesión de toboganes que me han depositado en el destino de hoy junto a un río maravilloso, el Ebro del que me despediré mañana hasta un próximo reencuentro…
Slow ha recorrido la provincia de:
Barcelona y está en la provincia de Tarragona.
Cena: Ayer miraba la escuchimizada nevera de la que nada salió.
Desayuno 1: Hoy miraba la “limpia” nevera y pensaba: jajaj adiós nevera adiós
Desayuno 2: Hay, existe una panadería-pastelería en Calafell, allí, los xuxos de crema son mi perdición, ya veis, para llegar allí, hago 20 Km en bici siempre que puedo por comer esos xuxos acompañados de un café con leche…
Comida:a la salida de Reus Can Vicent junto a la caserna de los Mossos
Alojamiento: Hostal La Creu, Noelia, amable como en la anterior ocasión me ha recibido con su pequeño un tanto asombrado por Bob.
Maravillas del viaje:
El Ebro