3ª ETAPA
SONCILLO // OLEA
Aun cuando la noche se prometía toledana, por la amenización nocturna prevista de los niños, dormimos como leones.
Nos levantamos, desayunamos en el albergue y para las 08:30 ya estábamos en movimiento, tomando sentido contrario al que trajimos para llegar al albergue.
Por camino y carretera vamos hacia Virtus, donde nos fotografiamos en el castillo del colega de Zeus….. y no es coña.
Por caminos muy buenos, seguimos hasta Cilleruelo de Bezana sin novedad, aunque unas nubes al fondo nos empezaban a poner las orejas tiesas viendo la que se avecinaba.
Entrando en San Vicente de Villamezán empiezan a caer las primeras gotas así que, decidimos preparar las alforjas y tener la ropa de agua a mano.
Cuando estamos en los preparativos, se nos acercó un señor con ganas de charla y bicigrino como nosotros, el cual nos comentó que ya había hecho 9 caminos, que tenía 69 años, los cuales no aparentaba, y que si patatín y patatán y que no nos preocupáramos, que eso iban a ser cuatro gotas…… como adivino no tenía precio.
Tras la despedida del amigo Patxi, así se llamaba el señor, continuamos la marcheta dirección Arija-Playa, próximo pueblo por el que deberíamos de pasar, y mientras lo estábamos pasando, un olor a café como Dios manda, nos envolvió de tal manera que Zeus soltó un: "Qué bien huele a café", traducido al idioma de Zeus: ¡¡¡¡Para por Dios, que como no me tome un café no doy una pedalada más !!! Jajajajajajja, siempre tan correcto el amigo Zeus.
Pues eso, que tras ponerme yo cabezón, manda huevos, paramos a que Zeus echará un cafetito y entramos en el bar.
En el bar me llevé una alegría, ya que por fin vimos algo que nos recordara al Camino, cosa que le hice saber al camarero….. esto es lo que vimos
El camarero nos contó que esas conchas pertenecían a un señor que cada vez que hacía un camino, le llevaba una de ellas para que las guardara allí. El señor, decía el camarero, es un señor mayor, de unos 70 años y que…….. para, para, le dije yo ¿Calvo y bajito? Sí me respondió él.
Pues sí señores, el amigo Patxi era el que traía las conchas, el que nos dijo que iban a caer cuatro gotas y nos contó lo de sus nueve caminos…..¿Casualidad, señales del camino? Ahí lo dejo.
Aquí dejamos el tema Patxi y continuamos hacia Arija donde, a la salida del pueblo, hay un albergue juvenil en el cual no pudimos sellar por que los “responsables” no estaban a lo largo del día. En el albergue había un campamento y uno de los monitores nos explicó que los que llevaban el albergue venían a las comidas y el resto del día desaparecían. El tema de los albergues no es como en los caminos que conocemos. Son grandes albergues, dedicados a grandes grupos de gente, por lo que no nos podemos fiar de llegar y encontrarlo abierto o con plazas libres…. ¡cuidadín!
Que no se me olvide: a la salida de Arija hay una casa con conchas en uno de sus muros, y por el lado derecho sale un camino, el cual no deberéis tomar salvo que queráis pegaros un chapuzón.
Esta es la casa con el muro y el gran Zeus.
Seguimos pedaleando por el borde del pantano, donde fotografiamos la iglesia sumergida de Villanueva de las Rozas,
la cual quedó sumergida tras la construcción del Embalse del Ebro
Y piano, piano, porque picaba para arriba y teníamos el viento de cara, continuamos camino para visitar Retortillo, donde vi por primera vez este tipo de iglesias, con la construcción de una escalera exterior para subir al campanario
Aquí, como podéis apreciar por la foto, el tiempo estaba empeorando por momentos, hasta el punto de que la niebla nos cubrió en un plis-plas y empezó a llover, momento en el que apareció “el gallego”.
En este pueblo existe un asentamiento romano, JULIOBRIGA datado en el siglo I a.d.c., donde Zeus no sabía si visitar o no el centro de interpretación, cosa que al final hicimos, ya que la niebla y la lluvia arreciaban y la paradita nos iba a venir muy bien.
Aquí os pongo una foto de unas columnas que había por allí, jajajajajajajajja. Zeus me mata cuando lea esto.
Y de las ruinas del foro.
De Retortillo, nuestra intención era tirar hacia Cervatos por el camino que marca la guía, y aquí metimos la pata hasta el corvejón.
Como creo que indiqué al principio, si se sigue la guía es bastante difícil perderse, pero si no se sigue…………
El camino sale por el centro del pueblito, y sube por camino hacia un bosque. El camino entra en el bosque y nosotros continuamos por él, cosa que no debiéramos de haber hecho. Justo a la izquierda del pinar en el sentido de la marcha, debe de salir un sendero, y un poco más adelante hay un cartel o indicación por donde debiéramos de haber seguido, pero debido a que estaba pino el camino, estaba lloviendo y que nos confiamos, continuamos por el camino cuesta arriba, empujando las bicis, lloviendo……..
En el último zig-zag, justo donde empieza la niebla, el desvío correcto y el pinar donde no deberíamos habernos metido.
Y llegamos a una valla que delimitaba un cortafuegos. Ahí nos dimos cuenta que nos habíamos confundido, pero tras lo empujado y con la que estaba cayendo decidimos no dar media vuelta, y dejarnos guiar por el instinto apache.
Aguzamos los sentidos y decidimos empezar a bajar por un camino que no nos parecía que estaba muy mal. Entre la niebla, nos pareció oír un camión, con lo que tiramos hacia “el ruido” y acertamos.
Al fondo pudimos vislumbrar la Autovía de la Meseta, y un área de servicio, a la postre, el área de servicio de Matamorosa, con lo que tan mal no nos había ido, era un error, que no nos iba a costar mucho corregir.
Chipiados de agua, llegamos al área y decidimos comernos unos bocatas para entrar en calor, y parar un rato hasta que escampara un poco la tormenta que estaba cayendo, y para entrar en calor………
Para continuar hacia Cervatos, nos aconsejaron unos caminos que, si los pillábamos bien, nos iban a recortar distancia, e íbamos a evitar entrar por algunas poblaciones con mucho tráfico, y acertaron.
Muchas gracias a los chicos de la gasolinera, fueron muy simpáticos con nosotros.
Pues eso, que enfilamos para Cervatos para, ya de paso, ver la Colegiata románica de San Pedro de Cervatos, la cual debe de ser muy interesante de visitar pero, siendo domingo por la tarde y tal como estaba el tiempo, hicimos unas fotos para…..
meternos de cabeza en una nueva trampa del camino.
El recorrido sale por la Colegiata y, tras pasar un puente por encima de la autovía, las flechas nos llevan por un camino, y el track por otro.
Nosotros seguimos las flechas ….y la cagamos.
Hay una carretera, que sube al puerto del Bardal, y hay que coger esa. El camino se pierde en un bosque, y ni hay camino, ni senda ni………….
Así se nos puso el camino, y por ahí salimos empujando la bici
Para continuar por donde marcaban las flechas
Y empujando, empujando, llegamos al alto del Bardal.
Eso es posar, y lo demás tonterías, jajajajajajajaja.
De aquí a Olea es todo cuesta abajo.
Dejó de llover y llegamos a un pequeño paraíso.
Pasado el pueblo de Olea, a la izquierda, veremos unos carteles que nos indican la dirección de los apartamentos rurales Casa Miguel.
Llamamos con anterioridad y habíamos reservado.
Nada más llegar, nos encontramos con un grupo de gente que se extraña de vernos llegar con las bicis.
Nos preguntan qué estamos haciendo, y cuando les dijimos que estábamos haciendo el Camino del Olvido, pusieron una cara de sorpresa y alegría difícil de describir.
Era el grupo de la Asociación de amigos del Camino de Santiago de Bilbao….. ¿Casualidades dela vida, señales del Camino?.
Cuando se identificaron como tales, yo como siempre haciendo amigos, les dije que no sabía si darles un abrazo, o cuatro ostias a cada uno…. literal.
Todo esto, como podéis imaginar, de muy buen rollo, jajajajajajaja, que sí. Les comentamos que estábamos siguiendo su guía, la editada por ellos en el blog, y ”les eché en cara” que a la hora de marcar el camino se habían olvidado de los que vamos en bicicleta.
Ellos la verdad que alucinaron, cuando les comentamos que estábamos siguiendo el recorrido, prácticamente al pie de la letra, ya que era la única manera, de luego informar con fiabilidad, de lo que en un futuro os podríais encontrar.
Aquí, encontramos un ”Ángel del Camino”. No sé si llegaría a ese nivel, pero pasamos una tarde con el señor Miguel encantadora.
Como allí no hay para comer, llamó a La Cuchara del Camesa para ver qué nos podían preparar para cenar.
Subimos al restaurante con las bicis y nos bajamos cena para cuatro, la cual nos comimos entre los dos, regada con vino de la bodega del señor Miguel.
Y nos la cenamos en "mi apartamento".
Una pasada de sitio. Sí, eso que es de color amarillo, es una chimenea a todo trapo.
Y antes de que Tosta salte, el de Zeus, era igual, no compartimos esa peazo cama jejejejejeje.
Lo dicho, tras la cena, sabiendo que la ropa la teníamos limpia y seca ,nos la lavó y secó el señor Miguel, y con un medio pedo, nos acostamos hasta el día siguiente.
Distancia Kms: 65:150
Tiempo 4 Horas 53 min.
V.media 13,35