Os cuento una historieta de hace ya bastantes años cuando deambulaba por esos asfaltos con la bici de carretera.
""En una salida de la Asociación Cicloturista a la que pertenecía, mi colega Rafa, un mocetón de 1,90 con una planta de atleta impresionante, iba de estreno: una bici con un cuadro Colnago montado en Campagnolo y unos pedales automaticos Look con sus zapatillas correspondientes, todo último modelo...
Rafa, llevaba solo 5 o 6 meses de ciclista, y hasta entonces había usado una bicicletilla de segunda mano con los componentes muy normalitos y pedales de tipo convencional, que hasta ese momento le había ido muy bien.
Aquel día el grupo lo componíamos 14 o 15 compañeros, y como casí siempre al comienzo de la etapa, íbamos muy relajados y charlando unos con otros. A los 4 o 5 kms., de la salida, que hasta ese momento había sido por terreno llano, se presentó un repechón importante, y justo al inicio del mismo, el amigo Rafa se quedó clavado, y la bicicleta suspendida, hasta que volcó hacia un lado dándose un porrazo impresionante, ante el asombro de todos. ¿Pero qué te ha pasado?, le preguntamos, pero él no respondía, y solo despotricaba y lanzaba maldiciones por doquier...""
Imagino que la mayoría que ya sabéis lo que le pasó: despitado con la charla y "atrancado" con el plato grande y una corona chica, cuando quiso acordar se metió de lleno en la cuesta y ya no pudo quitar el plato para poner un desarrollo más "blando", y para mas "inri" se puso un poco nervioso y no atinaba a sacar los pies de los pedales automáticos...
Que cada cual saque su particular moraleja de esta historia
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Saludos.