Tengo que reconocer que pequé de optimista al planificar, sobre todo las primeras etapas, ya que es más duro de lo que me pensaba, y como el Camino está pensado para viandantes, y las bicicletas debemos ser una novedad de hace unos pocos lustros, hay algunos sitios que no son ciclables, sobre todo si vas con una bicicleta cargada con 12 o más kilos, por lo que el promedio es bastante bajo en comparación con las salidas dominicales que solemos hacer, lo que me hizo que los tres primeros días tuviera que acabar la jornada por carretera, ya que se hacía tarde para llegar a los hostales que había reservado.
Para realizar el Camino, preparo una bicicleta Kona Kilauea de 16 años de antiguedad, con amortiguación delantera sencilla y trasera rígida, con cambio de 8 piñones, y la equipo con transportín y alforjas Massi, que se mostrará suficiente para lo que pretendo hacer.
El lunes dia 31 de Mayo, me puse en marcha con la bicicleta cargada en el coche, saliendo de Lleida sobre las 6,45 h. y mientras pasaba por Zaragoza, me doy cuenta que me he dejado el camelback, por lo que al llegar a Pamplona sigo hacia el Decathlon, para comprarme uno.
Al salir de Pamplona hacia Zubiri, tengo que hacer una parada de emergencia, para hacer aguas menores, y al hacer fuerza, se expulsa la piedra, y me quedo tranquilo para todo el camino.
Paro en el hostal de Zubiri donde había reservado habitación para dejar las alforjas y no tener que cargarlas en el trayecto, y sigo hasta Roncesvalles, donde descargo la bicicleta e inicio la subida hasta el puerto de Ibañeta, donde mientras hago alguna foto, empieza a llover, por lo que voy bajando por carretera hasta SJPP, suerte que la lluvia sólo dura unos minutos.
Llego a SJPP, donde hago unas fotos y aprovecho para comer un bocadillo y un poco de fruta, antes de empezar con las primeras rampas, que a trozos son bastante duras, suerte que como está asfaltado, te permite una buena tracción.
Voy subiendo, paro en el refugio de Orisson a sellar y sigo tirando hacia arriba sin descanso, ya que la subida es bastante contínua, sólo voy parando de cuando en cuando para hacer fotos y video.
La parte más bonita es cuando se acaba el asfalto y pasas por la fuente de Roldán y cruzas los bosques que hay hasta llegar al collado Lepoeder, cuando ya empiezas a bajar hasta Roncesvalles.
Durante ésta etapa y tal vez por haber empezado a la 13,30 h. del mediodía, no encuentro ningún ciclista y muy pocos peregrinos a pie.
Al llegar a Roncesvalles, sigo por el camino hasta llegar a Espinal, donde por lo tarde que es, tengo que tirar por carretera hasta el hostal de Zubiri donde llego casi a las nueve de la tarde.
Intento colgar alguna foto, pero como soy un poco "patata informático", de momento no me salen.
Seguiré comentando las siguientes jornadas a continuación.
Saludos
Salvador Masip - Lleida