Un loco anda suelto por el Camino, se queja Tomás de Manjarín
Por Acacio da Paz
Viloria de Rioja.- Un desequilibrado anda suelto por los montes leoneses y trae en jaque al célebre hospitalero Tomás Martínez, más conocido como Tomás de Manjarín, a uno de cuyos perros está empeñado en matar al grito de “Demonio, demonio”.
Según el propio Tomás, el pasado día 7 llegó al atardecer un eslovaco, con una edición en alemán del “Peregrino” de Paulo Coelho debajo del brazo, y que de inmediato trató de acabar con la vida de un cachorro de gran danés propiedad del hospitalero.
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A duras penas consiguieron reducirlo y a continuación llamaron a la Guardia Civil, que se personó en Manjarín 45 minutos más tarde y obligaron al eslovaco a dirigirse a Ponferrada.
Pero desde entonces, probablemente movido por su obsesión, ha regresado en cinco ocasiones, la última el pasado domingo desde Astorga.
Y según cuenta el hospitalero, armado con un palo se dirigió nuevamente contra el perro. Lograron ahuyentar al trastornado, que se ha escondido en el monte y obliga ahora a los del albergue a hacer guardia para no verse expuestos a un ataque.
Según dice Tomás, en Astorga le administraron una pastilla para calmarle, seguramente un ansiolítico, pero al día siguiente ya estaba de regreso en Manjarín, aunque se marchó a dormir a El Acebo.
Según relata Tomás, el loco eslovaco es rubio, con el pelo bastante largo, de unos 30 años y tiene conocimiento de tácticas paramilitares.
El propio Tomás le selló su Credencial de peregrino, poniendo una nota que rezaba “cuidado con éste”. Cuando le registró la Guardia Civil ya había arrancado del pasaporte peregrino esa parte y además lleva cruces sobre los sellos que le han colocado desde León. Además suele dormir fuera de los albergues, al disponer de su propia tienda.
Ahora, reconoce Tomás, tienen que dormir en guardia y con un palo a mano para defenderse en caso de apuro. Y añade que la Guardia Civil está más atada que lo que parece y que este individuo hace bueno el refrán de que un loco hace a un ciento.
Por Acacio da Paz
Viloria de Rioja.- Un desequilibrado anda suelto por los montes leoneses y trae en jaque al célebre hospitalero Tomás Martínez, más conocido como Tomás de Manjarín, a uno de cuyos perros está empeñado en matar al grito de “Demonio, demonio”.
Según el propio Tomás, el pasado día 7 llegó al atardecer un eslovaco, con una edición en alemán del “Peregrino” de Paulo Coelho debajo del brazo, y que de inmediato trató de acabar con la vida de un cachorro de gran danés propiedad del hospitalero.
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A duras penas consiguieron reducirlo y a continuación llamaron a la Guardia Civil, que se personó en Manjarín 45 minutos más tarde y obligaron al eslovaco a dirigirse a Ponferrada.
Pero desde entonces, probablemente movido por su obsesión, ha regresado en cinco ocasiones, la última el pasado domingo desde Astorga.
Y según cuenta el hospitalero, armado con un palo se dirigió nuevamente contra el perro. Lograron ahuyentar al trastornado, que se ha escondido en el monte y obliga ahora a los del albergue a hacer guardia para no verse expuestos a un ataque.
Según dice Tomás, en Astorga le administraron una pastilla para calmarle, seguramente un ansiolítico, pero al día siguiente ya estaba de regreso en Manjarín, aunque se marchó a dormir a El Acebo.
Según relata Tomás, el loco eslovaco es rubio, con el pelo bastante largo, de unos 30 años y tiene conocimiento de tácticas paramilitares.
El propio Tomás le selló su Credencial de peregrino, poniendo una nota que rezaba “cuidado con éste”. Cuando le registró la Guardia Civil ya había arrancado del pasaporte peregrino esa parte y además lleva cruces sobre los sellos que le han colocado desde León. Además suele dormir fuera de los albergues, al disponer de su propia tienda.
Ahora, reconoce Tomás, tienen que dormir en guardia y con un palo a mano para defenderse en caso de apuro. Y añade que la Guardia Civil está más atada que lo que parece y que este individuo hace bueno el refrán de que un loco hace a un ciento.