Estuve haciendo el Camino de Uclés el 30 y 31 de octubre pasados. Y sin entrar en otras consideraciones si quería contar mi experiencia con el tema de la vuelta en tren desde Tarancón. Como soy previsor intenté reservar con antelación el billete de vuelta para el domingo a las 19 horas por internet. Como desde la web de RENFE no podía incluir la bici junto con la compra de mi billete, llame por teléfono a la estación de Tarancón para preguntar. La persona que me atendió terminó diciéndome que no me preocupara que el día y hora que yo volvía no tendría que haber problema con la bici. Por tanto, con esa "tranquilidad" llego a la estación de Tarancón el 1 de noviembre a las 17:30 horas. Intento comprar el billete y el plus para la bici y me dice el señor que no es posible incluir la bici, que no le aparece ninguna plaza. En el siguiente tren (20:30 h.) si, pero en el de las 19 h. no. Total que como salía un bus a las 19:30 h., me acerco a la estación de autobuses. Me atiende una mujer muy amable que me dice que tampoco me puede garantizar la plaza para la bici que tendría que esperar a que llegara el bus a la estación, preguntar al conductor, ver que espacio hay en el maletero... Me entero de que en torno a las 18:45 h. viene otro bus de otra compañía con destino a Madrid, espero hasta esa hora y como no termina de llegar, me voy para la estación de trenes.
Finalmente el señor de la estación de trenes me indica que tras consultar con un compañero, me puede vender el billete mío pero no el de la bici. Que suba al tren y cuando me pregunte el interventor le diga que no me pudieron vender el billete para la bici y que lo normal es que me lo cobre él sin mayor problema. Pues finalmente así lo hago y sin mayor contratiempo subo la bici, la encadeno a una barra a instancias del interventor del tren y le pago el extra de la bici, 3 euros.
Pero el miedo en el cuerpo no me lo quitó nadie. Ya me veía pasando el resto de la tarde en Tarancón, de ida y vuelta entre la estación de buses y la de trenes y sin saber si iba a poder volver con mi bici a casa.
La conclusión al respecto es que RENFE no tiene muy claramente delimitado este tema. O que tal vez dependa del tipo de tren, pues al parecer esa ruta, Cuenca-Madrid la operan con dos modelos de trenes, uno más antiguo, que debe tener un espacio apropiado para bicis y bultos similares y otro más moderno que no trae dicho espacio y solo permite, a juicio del interventor que te toque, llevar la bici en el pasillo, que fue lo que me ocurrió a mi. Yo para la próxima ocasión intentaré comprar el billete por anticipado, no a través de internet sino tal vez acudiendo a una ventanilla de RENFE a ver si así consigo un billete asegurado con la plaza para la bici. Pero mucho me temo que esto tampoco será posible y habrá que volver a esperar a que haya suerte.
La ventaja principal de volver con la bici en RENFE es que si te permiten meter la bici, no te van a obligar a desmontar ni rueda ni nada. Yo me limite, para facilitar el paso, a girar el manillar para que quedara recto alineado con la bici. En empresas de buses normalmente te exigen desmontar rueda, pedal, y en algunos casos, llevar la bici envuelta con alguna funda protectora o metida dentro de una caja.
Finalmente el señor de la estación de trenes me indica que tras consultar con un compañero, me puede vender el billete mío pero no el de la bici. Que suba al tren y cuando me pregunte el interventor le diga que no me pudieron vender el billete para la bici y que lo normal es que me lo cobre él sin mayor problema. Pues finalmente así lo hago y sin mayor contratiempo subo la bici, la encadeno a una barra a instancias del interventor del tren y le pago el extra de la bici, 3 euros.
Pero el miedo en el cuerpo no me lo quitó nadie. Ya me veía pasando el resto de la tarde en Tarancón, de ida y vuelta entre la estación de buses y la de trenes y sin saber si iba a poder volver con mi bici a casa.
La conclusión al respecto es que RENFE no tiene muy claramente delimitado este tema. O que tal vez dependa del tipo de tren, pues al parecer esa ruta, Cuenca-Madrid la operan con dos modelos de trenes, uno más antiguo, que debe tener un espacio apropiado para bicis y bultos similares y otro más moderno que no trae dicho espacio y solo permite, a juicio del interventor que te toque, llevar la bici en el pasillo, que fue lo que me ocurrió a mi. Yo para la próxima ocasión intentaré comprar el billete por anticipado, no a través de internet sino tal vez acudiendo a una ventanilla de RENFE a ver si así consigo un billete asegurado con la plaza para la bici. Pero mucho me temo que esto tampoco será posible y habrá que volver a esperar a que haya suerte.
La ventaja principal de volver con la bici en RENFE es que si te permiten meter la bici, no te van a obligar a desmontar ni rueda ni nada. Yo me limite, para facilitar el paso, a girar el manillar para que quedara recto alineado con la bici. En empresas de buses normalmente te exigen desmontar rueda, pedal, y en algunos casos, llevar la bici envuelta con alguna funda protectora o metida dentro de una caja.