Etapa 1. Oviedo - Tineo. 72 km.
Etapa fácil pero con algunas subidas largas destacables, como después de Grado, después de Salas y un gran repechón después de La Espina. Durante el día va alternando la lluvia ligera con momentos en los que luce el sol y la temperatura es bastante agradable para rodar. Se nota que el invierno ha sido muy largo y lluvioso y hay mucho barro en algunas zonas, especialmente unos pocos kilómetros antes de Tineo donde el barro se traga la bicicleta hasta las alforjas y cuesta mucho avanzar. Llego a Tineo totalmente embarrado, la cara, los brazos, las alforjas...no se ve un centímetro de piel en mis piernas.
Etapa 2. Tineo - Grandas de Salime. 62 km.
Bufff, etapa reina. Salgo de Tineo a las ocho con una niebla tremenda, todo subida los primeros kilómetros con algún tramo durísimo. No llevaba demasiadas provisiones contando reponer en Campiello, el último pueblo con bar-tienda antes de la variante de hospitales, pero cuando llego al bar, a pesar de que en la puerta tiene un gracioso cartel que pone: “abrimos 25 horas”, estaba cerrado.... Continúo y después de Borres me encuentro una subida que quita el sentido¡que dura! Pocos kilómetros después el camino se bifurca y tiro por hospitales. El tramo empieza suave pero pronto se convierte sin duda en el más duro que he recorrido en bicicleta. En mis anotaciones de etapa figuran frases como: “lo peor de lo peor”, “el tramo más duro de mi vida”, “por aquí no suben ni las cabras”, “inhumano”... Es un recorrido de montaña con rampas durísimas, con mucha piedra suelta y que vas avanzando de metro en metro empujando la bicicleta. En una de las peores rampas, empujando la bicicleta, resbalo y me golpeo la espinilla con la arista de una piedra, dolor tremendo y por un momento pienso que si no pudiera continuar, de allí sólo puede sacarme un helicóptero. En tres horas sólo avanzo 10 kilómetros...La bajada también tiene tela, varios tramos imposibles montado en la bici por la cantidad de piedras que tienen, muy peligrosos. Llego a Berducedo casi a las cuatro de la tarde, con muchísima hambre y con la sensación de venir del infierno... De Berducedo para adelante aún me esperaba otro subidón después de La Mesa, una bajada trepidante hasta la presa de Salime y una buena subida de varios kilómetros por asfalto hasta Grandas de Salime, que con el tremendo esfuerzo que había sido la etapa, se hace interminable.
Etapa 3. Grandas de Salime - Lugo. 84 km.
Etapa dura. Lluvia practicamente todo el día y mucho frío. Los primeros kilómetros todo subida, el Acebo no da descanso ninguno, con algunos tramos terribles, cuando parece que casi lo tengo, aún faltaba lo peor... empujar y empujar.... Entro en Galicia y después de Fonsagrada, subidas muy duras al pasar Vilardongo y Montouto y un poco antes de Calzada, aunque lo peor está antes de A Lastra con un tramo por el que no pasan ni las cabras. Mucho barro y multitud de árboles caidos en el camino, algunos se pasan por debajo, otros por encima con la bicicleta en peso. Al igual que las etapas anteriores, en algunos tramos la sensación es de que por ahí hace mucho tiempo que no pasa nadie, con la maleza muy grande, invadiendo totalmente el camino y todo tipo de obstáculos naturales (ramas, piedras, árboles...) es toda una aventura.
Etapa 4. Lugo - Arzúa. 74 km.
Como ya comento arriba, desde Lugo elegí la ruta alternativa que va por Friol y Sobrado dos Monxes. El primer tramo, Lugo - Friol es precioso, totalmente recomendado. Al principio hay que bajarse unas cuantas veces de la bici en unas pasarelas pero estoy realmente sorprendido de la belleza del entorno y lo transparente que fluye el agua del riachuelo.Es un paisaje bucólico, propio de cuento de hadas, llevo bastantes caminos de Santiago y este tramo me parece de los mejores que he recorrido, precioso, bien señalado y totalmente recomendable. Los problemas vienen después de Friol. Después de comer un bocadillo, comienzo la segunda parte de la ruta enfrente de casa Benigno, empiezo a bajar las escaleras de madera y están súper resbaladizas por la lluvia, resbalo en el segundo escalón y bajamos la bici y yo a rulos todas las escaleras, me golpeo duramente en el brazo, en la espinilla otra vez(qué dolor!!) doblo una manera de freno, rompo una pieza del manillar y a punto de romper una alforja, mal comienzo. La ruta empieza bien pero pronto se vuelve casi impracticable, la maleza da por los hombros en algunos tramos y hay ramas y arboles atascando el camino, hace mucho que no pasa nadie por ahí, avanzar es una odisea propia de exploradores de la selva y con la bici ya podéis imaginaros. Cuando no hay maleza hay unos charcos que se tragan la bici por encima de los pedales, imposible pedaleando, toca empujar, mas bien diría tirar de la bici con el agua y el barro hasta las rodillas, por ahí no pasan ni las vacas, encima me confundo un par de veces porque las señales verdes están tapadas o prácticamente difuminadas. Mas adelante llego a un cruce que no hay señales, sigo por las dos direcciones un poco pero por ninguna de ellas hay continuidad de señales verdes, compruebo el track en el gps y retrocedo hasta un cruce en el cual la señal verde indica para un lado y el track para otro ¿¿¿¿??? Sigo la indicación del track y finalmente llego a Sobrado pero muy muy cansado, destrozado... pasar pasé, pero el que decida ir por esta ruta que se prepare a sufrir de lo lindo. Desde Sobrado don Monxes hasta Arzúa no presenta ninguna dificultad
Etapa 5. Arzúa – Olveiroa. 95 km.
Etapa dura porque llueve intensamente todo el día y por la cantidad de kilómetros. En el primer kilómetro saliendo de Arzúa me cruzo con más peregrinos que los 4 días anteriores juntos. Es lo que tiene el camino francés... ¡masificación total! Me encuentro el primer bicigrino en cinco días en la pequeña subida antes de San Marcos, lo adelanto, lo saludo y me sorprende ver su bici impoluta comparada con la mía que parece que venga de la guerra. Llego a Santiago, recojo la compostelana, visita rápida al apostol y sigo mi camino. De Santiago a Olveiroa, el camino no presenta demasiadas complicaciones, alguna subida dura, como antes de Alto do Vento y después de Aguapesada.
Etapa 6. Olveiroa – Finisterre. 33 km.
Etapa fácil, disfrutando del paisaje y pedaleando sin prisa, con sol hasta Cee, donde el cielo se cubre, empieza a llover y lloviendo estuvo todo el día, no hubo visita al faro y por supuesto tampoco puesta de sol
Etapa 7. Finisterre – Muxía. 30 km.
Etapa fácil, nublado al principio pero con sol desde Lires. La llegada a Muxía preciosa, me encanta Muxía!
Conclusiones:
El camino primitivo es el más duro de todos los caminos a Santiago que he recorrido sin ninguna duda pero tengo que reconocer que me ha encantado. Quizás sea por esa mezcla de soledad, dureza, paisajes naturales y por supuesto por haberlo terminado sin ningún problema grave, si llego a romperme la pierna en la caida en hospitales seguro que mi opinión hubiera cambiado y desearía no haberlo empezado nunca, pero no ha sido así, lo he terminado y estoy muy contento y orgulloso de haberlo hecho. Incluso me atrevo a recomendárselo a cualquiera que quiera vivir una experiencia única
Bicicleta. Canyon Nerve XC 5.0
Ruedas: Delante: Schwalbe Marathon plus MTB. Detrás: Maxxis High Roller Exception series
Alforjas: Ortlieb Classic
Portablultos: Tubus Disco
Engrase diario de cadena (algunos días 2 veces)
Ningún pinchazo y ninguna avería mecánica grave
Esto es todo amigos, hasta el año que viene, el camino portugués desde Lisboa me está esperando.... :)
¡¡Buen Camino!!