por jetesa Lun 15 Jul 2013, 11:59 pm
..../la lluvia y el barro impedía distinguir lo accidentado del camino con el peligro de caer, la opción era volver por el mismo camino hasta Rabanal, así lo convinimos Robert estaba aterido de frio, iba con pantalón corto , Higinio no estaba mucho mejor, la idea de tener que hacer marcha atrás hacia mas mella que el agua el frio y la ............. del barro, habíamos salido de Rabanal a las 14.34 h. con un Sol esplendido animados por la idea de llegar hasta la Cruz de hierro y el diablo nos la jugo, eran las 16.43 cuando entrabamos por segunda vez en Rabanal, pero por la puerta de salida, mojados, llenos de barro, con frio y con la moral pisoteada por las circunstancias, entramos en el pueblo aun con lluvia, implorando encontrar un lugar donde cobijarnos, nos daba igual un garaje que un gallinero no podíamos ser exigentes con el destino que se nos torcía, Robert se adelanto y como todos los días encontró el lugar idóneo un albergue, al frente del albergue un “hada” era su trabajo pero en aquel momento el milagro del día, sacamos las alforjas limpiamos un poco las burras de barro y subimos aun ateridos de frio, una habitación para nosotros solitos con tres camas con sabanas limpias un lujo, ducha, calefacción donde secar la ropa, zapatos y mi cartera con carnets, la pasta mojada que tuve que poner sobre la cama, el móvil (muerto) etc. Una vez las duchas calientes hicieron su efecto, repuestos de todo y sin poder hacer mucho más que esperar, decidimos hacer una visita al diabólico posadero con la intención de primero saciar el hambre y después, retorcerle las pelotas, aceite hirviendo, arrancarle las uñas yo propuse cortarle la lengua con un corta uñas, con esa sana intención entramos en el concurrido local. Guiris y mas guiris alguno pasado de rosca con la tercera jarra de sangría vacía sobre la mesa, algunos se conocían de ese mismo día el camino los había unido, ahora compartían mesa y vivencias, eran felices solo quedaban 230Km./.....