Bueno, voy a intentar contar brevemente cómo me ha ido a mí. Comencé el 31 de Julio en Roncesvalles y terminé el 13 de Agosto en Santiago.
Para empezar he de decir que para otra vez ni me lo pienso: envío la bicicleta porque eso de ir trasnbordando con una bici a un hombro y las alforjas en el otro, es una experiencia nada recomendable (máxime considerando que mi bici no es precisamente de fibra de carbono). La tenía envuelta en film que parecía un bocadillo de chorizo del cole, y cuando he llegado a Pamplona me dice la chica del autobús de roncesvalles que le quite todo el envoltorio ¡con lo que me costó!
Roncesvalles precioso y demasiado breve debido a que a las diez debíamos estar obligatoriamente dentro del albergue auxiliar... Y al día siguiente comenzó la aventura, la experiencia, la oración y el viaje.
Tras consultar mucho he de decir que el camino se me volvió duro al principio, llevadero y con la dureza que me esperaba hasta justo después del alto de Poio y mis piernas se debilitaron misteriosamente en Galicia, pero exprimieron toda su gasolina y llegué razonablemente bien a la meta.
¿Roncesvalles Pamplona todo cuesta abajo???? Sí, el Erro y otro más.... Sí hombre si.... Las dos primeras etapas y mis dudas en cuanto a la orografìa hicieron que preguntara a lugareños de cuando en cuando y concluyera que o la gente miente para darte ánimo o yo soy un patatoide con la bicicleta...
¿Qué os voy a contar que no sepáis de la orografía? Al principio piensas "esto va a ser así los setecientos y pico kilómetros???" y después echas de menos los rompepiernas. Al principio no puedes con nada y después llegas a una cuestaza que hay para llegar al centro de astorga y te la comes con papas...
Temía el alto de perdón, la cruz de ferro y el o-cebreiro y sin embargo Mostelares me hizo acordarme de la madre del que puso la montaña ahí en medio...
Pero de todo todo, me quedo con una experiencia: fui al camino con un amigo, y fuimos conociendo gente: Dos de Ermua que iban por separado, uno de Xeresa , tres de Barcelona y uno de Albacete. Y la verdad es que nos juntamos todos los solitarios e hicimos un pelotón inolvidable. Qué gente más grande! Cuántas risas, qué buenos avituallamientos, buenas etapas en las que unos nos apoyamos a otros... Al final algunos se despegaron porque iban con más prisa. Pero mantenemos el contacto. Hasta hacemos porras del fútbol por el whatsapp!
Un gran llanto al llegar al obradoiro, porque sólo uno sabe por qué y por quién hace el camino y reza, además de compartir un viaje tan fantástico... Y percibe que conocer a esas personas y formar ese grupo simpático y heterogéneo ha podido ser un regalo del de arriba.
Pero tengo entre todas las cosas tengo una conclusión: elegí hacerlo en 14 días, a sabiendas de que es posible reducir un par de ellos sin mucho esfuerzo... y no me arrepiento. Ojalá pueda repetir (eso quiero el año que viene) pero estoy convencido de que no lo haré en menos de 12 días aunque esté en mejor forma que el mismísimo Indurain: para mí ir despacito, pararme, saborear la ruta y los lugares, ha sido algo irrenunciable.
Gracias a todos de nuevo por los consejos que he podido extraer previos al viaje, me han servido tremendamente.
Para empezar he de decir que para otra vez ni me lo pienso: envío la bicicleta porque eso de ir trasnbordando con una bici a un hombro y las alforjas en el otro, es una experiencia nada recomendable (máxime considerando que mi bici no es precisamente de fibra de carbono). La tenía envuelta en film que parecía un bocadillo de chorizo del cole, y cuando he llegado a Pamplona me dice la chica del autobús de roncesvalles que le quite todo el envoltorio ¡con lo que me costó!
Roncesvalles precioso y demasiado breve debido a que a las diez debíamos estar obligatoriamente dentro del albergue auxiliar... Y al día siguiente comenzó la aventura, la experiencia, la oración y el viaje.
Tras consultar mucho he de decir que el camino se me volvió duro al principio, llevadero y con la dureza que me esperaba hasta justo después del alto de Poio y mis piernas se debilitaron misteriosamente en Galicia, pero exprimieron toda su gasolina y llegué razonablemente bien a la meta.
¿Roncesvalles Pamplona todo cuesta abajo???? Sí, el Erro y otro más.... Sí hombre si.... Las dos primeras etapas y mis dudas en cuanto a la orografìa hicieron que preguntara a lugareños de cuando en cuando y concluyera que o la gente miente para darte ánimo o yo soy un patatoide con la bicicleta...
¿Qué os voy a contar que no sepáis de la orografía? Al principio piensas "esto va a ser así los setecientos y pico kilómetros???" y después echas de menos los rompepiernas. Al principio no puedes con nada y después llegas a una cuestaza que hay para llegar al centro de astorga y te la comes con papas...
Temía el alto de perdón, la cruz de ferro y el o-cebreiro y sin embargo Mostelares me hizo acordarme de la madre del que puso la montaña ahí en medio...
Pero de todo todo, me quedo con una experiencia: fui al camino con un amigo, y fuimos conociendo gente: Dos de Ermua que iban por separado, uno de Xeresa , tres de Barcelona y uno de Albacete. Y la verdad es que nos juntamos todos los solitarios e hicimos un pelotón inolvidable. Qué gente más grande! Cuántas risas, qué buenos avituallamientos, buenas etapas en las que unos nos apoyamos a otros... Al final algunos se despegaron porque iban con más prisa. Pero mantenemos el contacto. Hasta hacemos porras del fútbol por el whatsapp!
Un gran llanto al llegar al obradoiro, porque sólo uno sabe por qué y por quién hace el camino y reza, además de compartir un viaje tan fantástico... Y percibe que conocer a esas personas y formar ese grupo simpático y heterogéneo ha podido ser un regalo del de arriba.
Pero tengo entre todas las cosas tengo una conclusión: elegí hacerlo en 14 días, a sabiendas de que es posible reducir un par de ellos sin mucho esfuerzo... y no me arrepiento. Ojalá pueda repetir (eso quiero el año que viene) pero estoy convencido de que no lo haré en menos de 12 días aunque esté en mejor forma que el mismísimo Indurain: para mí ir despacito, pararme, saborear la ruta y los lugares, ha sido algo irrenunciable.
Gracias a todos de nuevo por los consejos que he podido extraer previos al viaje, me han servido tremendamente.