por Invitado Mar 10 Abr 2012, 1:01 pm
Trocico del reportaje disponible en la web de interviu:
Los negocios ocultos del Camino de Santiago
Se llama Camino Francés, pero a su paso por Castilla y León se convierte en una suerte de senda de la economía sumergida con parada en decenas de albergues privados. Algunos cobran hasta cinco euros más de lo debido a cada uno de los más de seis mil peregrinos que pasan por ellos al año. Otros dan cenas sin licencia de restauración o funcionan como hostales encubiertos. Y hasta publicitan sus precios abusivos en la página oficial de la Junta
"Aquí no los vemos como peregrinos. Son billetes de 20 euros con mochila”. Lo dice Salvio Oliva –más conocido como Sergi–, hospitalero del albergue privado sin fin lucrativo San Antonio de Padua, en Villar de Mazarife (León). Harto de ver como su propietario y los dueños de muchos otros albergues cobran precios abusivos y hacen caja sin apenas declarar nada a Hacienda, con la aquiescencia de la Junta de Castilla y León, ha decidido denunciar públicamente los desmanes de los que ha sido testigo en sus tres años como encargado –sin contrato– del establecimiento. “Los hospitaleros son voluntarios que trabajan en los albergues sin ningún tipo de convenio, a cambio de cama y comida. Mi caso es distinto. Yo trabajo durante el invierno, cuando no está el dueño, y vivo de lo que cobro a los peregrinos”, afirma. En solo tres días del pasado puente de San José, recaudó 1.200 euros limpios entre pernoctaciones, cenas y desayunos. “El dueño, José María Giner, presume de no haber declarado a Hacienda en su vida. Y encima, la parte privada del albergue la usa como hostal encubierto y cobra hasta 30 euros por una habitación doble”. La “doble” son dos camas en un pequeño espacio que no cuenta ni con armario. Puestos en contacto telefónico con el propietario del albergue, y haciéndonos pasar por peregrinos, Giner enumera sus precios: “Si son grupo y quieren habitación aparte, diez euros. Si quieren dormir en litera normal, siete euros. Y si desean una doble, en privado, 30 euros”. Le comentamos que en la página de la Junta pone que cuesta cinco euros. “Eso está mal. Aunque ponga que es sin fin lucrativo, eso es para los albergues no legalizados, de curas y monjas, que no pasan tantos controles sanitarios como nosotros”.
Como se esta poniendo el patio.