Bien...
El camino en si, es decir la ruta, ha sido más dura para mí de lo que esperaba. Quizás demasiado peso (el mío, las alforjas y la bici), quizás el HORROROSO calor que pasé los días 13 y 14 (ola de calor), quizás la falta de costumbre de viajar con alforjas, quizás el cambio en la alimentación y horas de sueño... quizás un poco de todo.
El Camino, esta vez con mayúscula, es precioso. Me quedé especialmente encantado de Navarra. Paisajes, colores, olores, etc. Increible. Galicia lo mismo, pero para mí fue Navarra lo que más me gustó.
La bici se portó muy bien para ser un modelo muy básico. Un solo pinchazo a cuatro kilómetros de Santiago y una avería gorda; rompí el eje del pedalier a 30 kilómetros de Fromista, y tocó empujar
Mi decepción viene por la gente. Yo me esperaba que la gente fuera más abierta, más solidaria, en definitiva más simpática. Salvando los dos últimos días, apenas vi españoles, y los extranjeros solo se relacionaban entre ellos. Mi ingles es flojillo y apenas da para una conversación básica.
Los 'grupitos' se formaban en el Camino, entre caminantes, y en los albergues yo era el único ciclista, excepto dos días. Los asiáticos son muy maleducados y desconfiados. Si en alguna ocasión me acerqué a un grupo de ellos, lo primero que hacían era echar mano a sus mochilas, como si yo fuese un chorizo.
He estado también con gente muy maja. Un día me lo pasé empujando la bici porque hice 'amistad' con una chica de Gerona y un chico de Canarias, y nos lo pasamos bomba. Pero ya os digo que fue una excepción. El 95% eran extranjeros. Segín me comentó un hospitalero, la gran mayoría de los españoles van en julio y agosto.
¿Que si repetiré?. SIN DUDA ALGUNA. Para mí ha sido gratificante en lo personal. Haberlo hecho es lo mejor que me ha pasado, y estoy seguro de que la próxima vez será mucho mejor.
Si queréis preguntar algo, aquí estoy (con toda la cara quemada, pero vivo)
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