Este año, por fin, he conseguido completar mi Camino de Levante. Salí de Valencia el 18 de agosto y llegué a Santiago el 3 de septiembre, tras hacer el Salvador y Primitivo. Una mezcla de sensaciones me ha dejado este Camino. Se me ocurren algunas palabras para describirlo; soledad, aridez, sed, dureza, abrojos, historia, cultura, tradición, contrastes, España en su estado puro...
Lo recomiendo, pero no lo hagais en agosto.
Lo recomiendo, pero no lo hagais en agosto.