por arki Dom 15 Jul 2012, 7:36 pm
Nos levantamos sobre las seis de la mañana, tras asearnos y preparar las bicis nos dispusimos a desayunar en el mismo convento, desayuno en comunidad atendido por voluntarios. Partimos a las siete y media de la mañana, cruzando primero Carbajal de la legua, todo llano y mayormente por asfalto, después de Carbajal ya entramos en caminos de tierra, hasta Cabanillas por zonas de bosque bastante bonita, nada que ver con mi tierra, a continuación pasamos cerca de La Seca y más adelante Cascantes. A continua ción llegamos a La Robla, donde hubo un avituallamiento de fruta, entrando por una pasarela peatonal después de haber dejado atrás la central térmica. En el Ayto. de La Robla sellamos. Continuamos tras la fruta hacia Punte Alba donde nos aprovisionamos de agua, un pco más adelante pasamos junta a la ermita del Buen Suceso. Después cruzamos el rio Bernesga y llegamos a Nocedo de Gordón, más adelante Pola de Gordón, a continuación Beberino, subiendo poco a poco hacia Buiza. Este dia no pudimos ni comer ya que no había ningún sitio donde parar a comer. A partir de Buiza empezó la subida de verdad y aquí hay que estar muy atento ya que la señalización esta entre la hierba y podemos perderla de vista. Llegados a Poladura de la Tercia preguntamos por algún sitio para comer y no nos daban seguridad de nada, por lo que optamos por continuar. Y en vez de seguir el track seguimos el camino que marcaban las señales metálicas de color amarillo. y a partir de aquí es donde comienza lo duro ya que nos quedamos sin agua casí dos horas antes de terminar la jornada y además sin haber comido. Este es un tramo que no se lo aconsejo a las bicigrinos ya que casi el total del trayecto hubo que ir tirando de la bici ya que eso es un camino de cabras montesas. Una vez en el puerto de pajares ya estábamos más tranquilos porque pensábamos que noas cojía la noche. Bajamos vertiginosamente a Pajares, donde nos atendió muy amablemente Marisa (hospitalera), y mejor aún nos atendieron en el Mesón Cortina donde la dueña nos preparó un magnífico almuerzo - cena, lo que nosotros quisiéramos nos dijo ella, y por la mañana como íbamos a partir temprano nos preguntó que a que hora íbamos a desayunar para abrirnos el local, ya que normalmente abre más tarde y teniéndonos preparados unos suspiros de pajares, que algunos cayeron en el desayuno. El día acabñó lloviendo y al levantarnos también lloviznaba pero despues paro un poco.