Ayer llegué a Santiago (desde donde escribo esto) de realizar mi segundo camino. En esta ocasión en compañía de mi hijo y ha sido una experiencia fantástica, como la primera vez. He intentado que no coincidieran los finales de etapa con el anterior, salvo Rabanal y Melide por Isabel y Ezequiel respectivamente.
Buen camino.
Buen camino.