por Invitado Jue 14 Ene 2010, 8:44 pm
Día 5 Julio, sábado. Hontanas-Mansilla de las mulas.
Hola amigos ya llevo 15 días
pedaleando y mi cuerpo sigue tirando bastante bien hacia Santiago. Ayer subí
estupendamente a los Montes de Oca, las nubes me ayudaron mucho pues no es lo
mismo subirlo con 10 grados más. Volví a tomarme la cervecita en el bar que hay
al lado de la iglesia en San Juan y me lance a remontar la última subidita del día,
la de Atapuerca. Cuando hago algún tramo que requiere bastante esfuerzo, me
gusta compararlo con lo que hice el año pasado. Esa subidita de Atapuerca se
resistió pero ayer subí como una javata (excepto los 5 últimos metros) y me
puse muy contenta, me daban ganas de volver para abajo y repetirlo. La bajadas
voy con mucho cuidado pues la cubierta delantera sigue siendo la de carretera.
Nunca fue tan fácil entrar a Burgos como en ese momento, Domingo mediodía. Tan
rápido entré como salí y esta vez acompañada de mis tres angelicos de alicante:
Ivan, Ruben, Juan Antonio. Comimos en el primer pueblo que encontramos y salimos
enseguida hacia Hontanas, donde teníamos reservado la noche gracias al
bikeline. Ellos tiraron hacia delante y yo preferí ir más despacio y respirar
los grandes espacios entre Hornillos y Hontanas. Ese tramo siempre me resultó
especial. Es como ir en una nube de trigo, nada por aquí nada por allá y
adelante mas cielo y mas trigo y mas tranquilidad. En la ultima subida siento
detrás unas ruedas que pisan fuerte y al adelantarme veo en los maillots que
son de Sagunto. Eeeeip!!! El pueblo de mi familia. Al llegar a Hontanas me
llevé una sorpresilla , el albergue no tenia cocina. Pero como iba a echar a
perder la morcilla que habia comprado en Belorado ( esta vez mes asegure de que
fuera grande para compartirla con alguien) le puse ojillos a la cocinera y en un
periquete asó la morcilla. Joer! QUE BUENAS SON LAS MORCILLAS DE BURGOS!! A mis
amigos de Sagunto se les salian los ojillos del gusto.
Después de la cena hicimos la puesta a punto de las bicis y por fin aprendí a
poner aceite en la cadena correctamente gracias al cursillo acelerado de Juan
Antonio (Alicante). Yo ponía aceite como si me pusiera laca en el pelo. Luego
Eduardo (Sagunto) me ajustó las marchas y ahora si que va estupendamente. Antes
de dormir quedé con los de Sagunto para acabar la etapa siguiente en Mansillas,
yo ni loca los seguiré , van como dos flechas y les he dicho que allí nos
veremos.
El reloj de la iglesia es un poco pesado marca todos los cuartos, yo he podido
dormir pero hay muchos que no. He salido sigilosamente de la habitación y ni se
han percatado que ya había partido a las 6:45. Hoy era una etapa larga y monótona
y quería ir prontito hacia mi querida montaña de Casterojeriz. He subido sin
muchas complicaciones. Y arriba he arreglado con mi primer angelico del día,
Philip, el transportin. Al salir de Hontanas la bici hacia un ruido espantoso y
resulta que se me había caído un tornillo. Entre tanto me han ido pasando los
de Sagunto primero y luego los de Alicante. Los tres nos hemos ido encontrando
en casi todos los pueblos.
En Itero me ha pasado un cosa flipante. Cuando repites el camino esperas
encontrarte con los mismos sitios y las mismas personas que allí viven. Al
entrar a Itero he adelantado a dos peregrinos y al girarme para desearles Buen
Camino, una de las caras me era familiar y he dicho "yo te conozco"
¡¡joer que coincidencia!! resulta que era un peregrino que conocí el año pasado
en Viana. Yo me acuerdo un montón de el pero para nada esperaba encontrármelo y
allí estaba y él también se acordaba un montón de la conversación que tuvimos.
¡¡Que pasada!! Me he alegrado tanto.
En Sahagun hemos coincidido todos los intrépidos bicigrinos sobre las 2 del
medio dia. Yo me he comido un bocata de Jamón Leones en el Restaurante Luis y
he dejado a los de Alicante con su menú y su siesta y me he ido tirando hacia
Mansillas. A las 5 ha empezado un viento feroz (como me temía) y los últimos 10
km me han costado demasiado, parecía que la bici iba frenada. En el bar la
torre de Reliegos, Eusignio me ha preparado un brebaje casero para poder llegar
a Mansillas, es todo un personaje, me parece que no es muy querido por los del
pueblo pero la verdad es que siempre que paró en su bar tiene un montón de
peregrino tomando un bocata y los trata muy bien. Mis amigos de Sagunto ya me
esperaban en Mansillas y me habían reservado la litera y la cena. Solamente he
cenado y a charrar, aaah! ¡¡Como me gusta esto!! He conocido a dos italianos y
uno me tiraba los trastos, vamos pa eso estoy yo ahora, anda anda.
Para mañana ya hemos quedado en un sitio y también hemos concretado la cena:
espaguetis a la boloñesa.
Bueno muchas gracias por vuestros piropos, no se merecen. Me hacéis reír un montón,
ya queda poquito. Después os echare de menos a todos. Besos