La V, quizás el último V iaje
El primero de los lados: Barcelona-Granada
Día 8
Sierra Nevada-Durcal
Anochece rojo en sierra nevada, al fondo las luces de la ciudad tintinean en el horizonte, hace frío y viento mucho viento tal y como predijo María…
Desde la habitación la silueta del veleta es inconfundible mañana sera un día especial….
Asi cerraba los ojos pensando en el día de hoy, el día en el que los recuerdos de las dos ocasiones anteriores aparecería con la mañana y así amanecía la mañana, evocando aquel punto cardinal que no es norte o sur, este u oeste… es el punto elevado sobre la tierra en esta tierra, es, aquí, el punto que recoge el primero de los rayos del sol
Algo parece mecerse en la mañana cuando me he acercado a ella, a la montaña, y el viento un tanto movido parecía contener la respiración.
Por tercera vez slow lo va a intentar y pepe confía nuevamente en el.
Dicen, no se, que el que hace lo que puede no está obligado a más, pero slow, ya lo sabéis, es esa parte inconformista de pepe que sigue buscando un algo más…
El margen es nulo, cogido nuevamente al asfalto sufro y muero, muero y sufro… me pasan varios vehiculos del mantenimiento de la estación de sky y me doy cuenta de que hace frío… paro y me abrigo y sigo buscando esa imagen que engaña, que explica que está cerca, que te dice que es facil alcanzarla… nada de ello es cierto…
Trazas unas tras otras las paellas que son necesario ejecutar, te cruzas con la “lanzadera” que desde el refugio sube a los que caminan en post del mismo objetivo,… una, dos, tres veces… sube y baja…
Cuando por fin alcanzas el final del trayecto de la lanzadera lo vuelves a pensar: está ahí…
Error…
Miro los planos me dicen que debo de buscar la linea del último remonte que veo allá a lo lejos mientras empujo la bici… cuando la alcanzo me doy cuente de otra trampa… existe una linea más alla tapada por el relieve…
Maldigo la fuerza del viento cuando hago un lado de la paella que es una bendición cuando realizo la contraria y llego por din al punto donde los caminos se separan…
Allí no hay nada que ver pero yo lo veo todo…
y es ahí cuando algo desde mi interior va subiendo lentamente hasta mis ojos … una sensación que los quema al tiempo que los humedece cuando el desvío que a mi izquierda veo no da margen a la duda, allí sueño un letrero con seis letras
V E L E T A
Y empujo mientras veo a lo lejos lo que creo que es la meta no alcanzada, sufrir, empujar, pensar, intentar tan solo respirar a un ritmo que no permita que se salga el corazón y lanzo mi brazo… al final de ese brazo una mano y algo más allá mis dedos como alambres quieren escaparse en post de ese punto cardinal, es en esos momentos cuando recuerdo una leyenda, un cuento inventado… una rama, el impulso de la fuerza del hombre, un vuelo sin fin hasta el mar, capaz de derribar fronteras y mirar el mar y sobre todo ver…
ver los barcos fantasmas que sin rumbo surcan los mares imposibles… imposibles de ver desde este punto tan querido como deseado, el viento acaricia cada rincón, cada piedra de esa locura mientras me deshidrato por efecto del calor que genera mi cuerpo que traducido en gotas de sudor es capaz de crear pequeños ríos que surcan mi piel y más alla…
la sonrisa y el viaje… siento… siento como en otras ocasiones, otras circunstancias como el viaje en estos momentos podría acabarse porque yo estaría colmado de una inmensa satisfacción.
Tras el disfrute, la espera, los ojos en el universo, lentamente otra fuerza iba ganando terreno, la fuerza que me ha hecho volver sobre mis pasos tras dejar una ofrenda que tenía preparada en el mojon que señala ese punto soñado.
El resto… solo ha sido bajar.
El Parque de Sierra Nevada me ha mimado, me ha permitido al fin alcanzar un sueño, esperanza, mi compañera de esta ocasión estaba exultante daba pequeños saltos de alegría mientras bajaba la montaña y Bob se aferraba a todos nosotros con tal de sentir cada uno de esos sentimientos que estallaban en nuestro interior.
Y paro nuevamente porque esa sensación que quema, que sube desde interior hasta el borde de los ojos donde estalla y lo hace con algo de dolor estaba presente y de pronto… otra vez ese recuerdo el de aquellas frases que he buscado, que he recuperado:
los barcos fantasmas en un mar imposible de ver, el viaje de la rama que lanzada por mi brazo intenta llegar a un mar muy, muy lejano, esa rama que llevaba mis deseos, mis anhelos y yo, mientras sigo bajando veo pasar los segundos en una sucesión monótona en la que el tiempo pesa como el plomo y evita que la velocidad a la que se suceden sea rápida, al contrario, pasan en cámara lenta, todo se ha parado, los gestos son lentos, las palabras suenan muy graves y quedan deformadas en el aire porque algo sucede, algo se hace realidad, la locura o su hermana la sinrazón vienen a mi encuentro y yo… yo tan solo intento evitar que se apoderen de mi.
La bajada, no solo es un arrepentimiento que se produce a cada vuelta que las ruedas de mi bici daban, era también el completar un circulo que parecía no poderse completar en la visión desde el otro lado del lugar donde el año pasado debí de desistir al encontrarme el camino sepultado por la nieve…
Allí estaba Iñaki que me ha hablado de sus sueños… y con ello ha atemperado mi espiritu.
Conforme han ido pasando los km me sentía muy cansado y me preguntaba como era posible que sin dar una pedalada me pudiera cansar de esa manera, en mi mente tan solo afloraba una palabra: tensión.
Orgiva es un descanso en el que una sonrisa y una vuelta a la normalidad se hace realidad… tras tomar algo he ido a buscar un río que no hacía honor a su nombre: Rio Sucio y más allá en subida Lanjaron se presenta resplandeciente en la ladera sur de ese montañon del que no quiero separarme, las aguas, siempre presentes me acompañan, las fuentes, las calles peatonales y la vida propia de un pueblo singular han realizado el milagro de acomodar el paso a lo que es este viaje: el disfrute en el viaje.
Apenas se ve el embalse de Beznar, puesto que la carretera juguetona y con tráfico no me lo ha permitido. Niguelas y tras el Durcal es mi destino si bien la subida a Lecrin desde Beznar es de impresión…
La llegada a mi destino ha sido un bálsamo dulce y callado, en mi destino sigo explotando y aguardo la noche que imagino serena y tranquila.
Cena. En el albergue
Desayuno 1. En el albergue
Desayuno 2. Los bares de la montaña estaban de vacaciones
Comida. Menos mal que llevaba unas galletas jjj
Alojamiento Hostal Zahor