Camino de Mtbgigantes

Yo lo llamo el día "señorial", porque cruzamos ciudades de Castilla, que son una pasada, Medina del Campo, con su Castillo y Tordesillas, habiendo salido de Arévalo, que también es muy majestuosa, en estas zonas te empapas de la historia en cualquier rincón, el día trajo consigo el primer despiste, nos saltamos unas flechas y anduvimos perdidos por esos campos de castilla hasta que retomamos el Camino, y gracias al GPS, no hicimos muchos kms. de más, aún así acabamos con 90 kms. en línea con la media diaria. La comida fue acorde con la etapa, como unos marqueses en la Plaza Mayor de Tordesillas, y la cena como reyes (ascendimos de categoría) en M. del Marqués. Aquí dormimos en un recinto parroquial, bastante confortable y donde por primera vez, teníamos espejo, jejeje, qué vanidosos

Seguimos por tierras castellanas, pero cambia el paisaje, los viñedos y los cereales, dejan paso a algún bosquecillo que otro y zonas de monte bajo, la población principal que cruzamos es Benavente; la comida el día de hoy es bastante escasa, bueno, las barritas que llevábamos, algo es algo, menos mal que el almuerzo a media mañana fue bueno, y de todas formas, como podreis comprobar en la cena nos resarcimos bastante bien. El día conllevó el descubrimiento de un pequeño pueblo muy pintoresco y bonito, Alija del Infantado, fue un lujo pasear y disfrutar de sus calles, ermitas, castillo, bodegas, incluso tienen como "exposición" en la plaza mayor, un poblado de la prehistoria. El día finalizó en el Albergue de peregrinos puesto a nuestra disposición, para nosotros solos, la primera noche en la que tenemos de "todo", cama, agua caliente, espejo, lavadora (secadora, no), frigorífico, e incluso nos compramos el desayuno para el día siguiente salir bien alimentados, que nos tocará la Cruz de Ferro. Por cierto, otro día que nos vamos a los 3 dígitos en el cuentakms.

DIA GRANDE, con mayúsculas, superado el tramo psicológico que lleva haber mediado el camino, lo que nos toca hoy lleva una emoción enorme, enlazar ya con el Francés y subir la Cruz de Hierro, además el día amanece lluvioso, lo que le da un plus de emotividad y nostalgia, me reencuentro con viejos recuerdos de mi primer camino allá por el 2003, la salida de La Bañeza es preciosa, rodeados de monte bajo y viendo en el horizonte lo que nos espera, y después de comernos un buen bocata en Astorga a media mañana, decidimos subir la Cruz y comeríamos después de bajarla, pues bien, un plátano en Rabanal del camino y un café en el Acebo, fue todo lo que nos dió tiempo a comer, porque estaba diluviando, la bajada muy peligrosa (yo me "comí" las zapatas de los frenos) y tiramos hasta Ponferrada, donde aquí, el albergue, ya es lo que todos conocemos, muuuucha gente. Buscamos una lavandería para la ropa, puesto que el albergue estaba saturado, una tienda de bicis, para mí, y una cena como mandan los cánones

Como he dicho antes, para mí fue el día más emocionante, la lluvia y la niebla que nos rodeaba subiendo la cruz, le daba un ambiente mágico y extraordinario, que hizo que todas las emociones afloraran.

Otro día GRANDE, salimos de Ponferrada amenazando lluvia, pero con el paso del día, el cielo se fue despejando, para que subieramos O Cebreiro con un sol radiante, aunque mucho viento, pasamos por la preciosa zona de El Bierzo, tomando un refrigerio en Villafranca, para subir con fuerzas, subimos cada uno a nuestro ritmo, y nos juntamos en Piedrafita para hacerno la foto con el monumento al peregrino, allí vuelta a subir, O Cebreiro, San Roque, y O Poio, donde volvimos a engullir lo que no está escrito para recuperar fuerzas (recuerdos a la Sra. Remedios) y nos fuimos por la variante de Samos, para dormir en el albergue del monasterio, que está genial, cenamos de escándalo (como siempre, jeje) y a las 10 estábamos ya "ensobrados". La verdad es que la tranquilidad que se respiraba en este sitio, es diametralmente opuesta a la de la noche anterior en Ponferrada, y además hicimos una visita al monasterio, que nos dejó maravillados.