MIRAR LO QUE HA LLEGADO HOY A MIS MANOS:
Renfe y el Camino
Joan Caralps . Barcelona
26.08.2009 -elcorreogalego.es
Hacía meses que me preparaba para hacer, desde León, el último tramo del Camino de Santiago en bicicleta en los cuatro días que eran los que tenía disponibles.
Como soy de Barcelona, me informé en Renfe para mi transporte y el de la bici a León, y me dijeron que, si cogía tren hotel, en compartimiento individual, no tendría ningún problema en llevar mi bici y ponerla en el compartimento pues no molestaba a nadie. La vuelta la hacía Santiago-Barcelona en avión y la bici me la traía una empresa de Santiago con alforjas y todo. Todo lo tenía previsto debido al poco tiempo que tenía disponible para hacer casi 400 kilómetros.
El día 8 de agosto me disponía a coger el tren para iniciar mi aventura, pasé los controles con mi bici sin ningún problema ni siquiera en el mostrador. Todo iba bien hasta cuando me disponía a bajar al andén, momento en el que el supervisor o interventor, un tal Jesús Herrera, me dijo que tenía que desmontar la bici y meterla en una bolsa especial o no subía al tren. Intenté razonarle que Renfe me había informado de que, al coger cabina individual, no tendría ningún problema para subir mi bici. Pero no hubo manera y me contestó que me fuera a comprar una funda en unos almacenes (faltaban sólo diez minutos para que saliera el tren) o que cogiera el billete para otro día.
Total, que me quedé en tierra y con sensación de impotencia y rabia por culpa de un señor que no quiso que cumpliera mi ilusión de hacer esa aventura. Aparte del prejuicio económico, puesto que no pude cancelar el billete de avión y el de tren todavía no me lo han devuelto.
Espero que el año que viene pueda realizar esa parte del camino, pero ya no podré confiar en Renfe nunca más.
Renfe y el Camino
Joan Caralps . Barcelona
26.08.2009 -elcorreogalego.es
Hacía meses que me preparaba para hacer, desde León, el último tramo del Camino de Santiago en bicicleta en los cuatro días que eran los que tenía disponibles.
Como soy de Barcelona, me informé en Renfe para mi transporte y el de la bici a León, y me dijeron que, si cogía tren hotel, en compartimiento individual, no tendría ningún problema en llevar mi bici y ponerla en el compartimento pues no molestaba a nadie. La vuelta la hacía Santiago-Barcelona en avión y la bici me la traía una empresa de Santiago con alforjas y todo. Todo lo tenía previsto debido al poco tiempo que tenía disponible para hacer casi 400 kilómetros.
El día 8 de agosto me disponía a coger el tren para iniciar mi aventura, pasé los controles con mi bici sin ningún problema ni siquiera en el mostrador. Todo iba bien hasta cuando me disponía a bajar al andén, momento en el que el supervisor o interventor, un tal Jesús Herrera, me dijo que tenía que desmontar la bici y meterla en una bolsa especial o no subía al tren. Intenté razonarle que Renfe me había informado de que, al coger cabina individual, no tendría ningún problema para subir mi bici. Pero no hubo manera y me contestó que me fuera a comprar una funda en unos almacenes (faltaban sólo diez minutos para que saliera el tren) o que cogiera el billete para otro día.
Total, que me quedé en tierra y con sensación de impotencia y rabia por culpa de un señor que no quiso que cumpliera mi ilusión de hacer esa aventura. Aparte del prejuicio económico, puesto que no pude cancelar el billete de avión y el de tren todavía no me lo han devuelto.
Espero que el año que viene pueda realizar esa parte del camino, pero ya no podré confiar en Renfe nunca más.