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Después de mucho esfuerzo, con el culo desoyado, con un moreno a trozos, parezco un cartadillo helado de chocolate y nata... lo he logrado. Una experiencia inmejorable en todos los sentidos tras 14 días pedaleando y algo más de 800 km recorridos, incluidos caídas, rotura del desviador trasero, pinchazo, despistes que me han costado kilómetros de más, calor, sudor, sed, etc. Pero no cambio esta experiencia por nada, ha merecido la pena, por los paisajes, la gente que he conocido, los sitios que he visitado, las cervezas compartidas, el esfuerzo en compañía, tiempo suficiente para meditar en mi vida, en mi familia, en el futuro, para rezar, etc. Ya estoy pensando en el próximo... jejeje.
