Hola a tod@s:
no he terminado el camino... pero no lo digo con ninguna pena, ya que después de 450 kms, he encontrado aquello que iba buscando (aventura, playas, largas conversaciones en las que aprender y aportar, compañeros inesperados, ángeles y demónios).
Sabía que tener que dejar Llanes y alrededores, me iba a costar; tanto, que al final llamé a mi chica y abandoné el camino a cambio de playas de ensueño y potas llenas de fabes, parrochas y pastel de cabracho... ah, y culines y más culines de sidra...
Eso sí, una piedra negra que posa al lado de otra mayor en el mojón compostelano de Niembro, será la primera miguita de pan, de mi próxima mitad de camino (dejado Llanes atrás, espero no caer en la tentación...).
Por aportar algo nuevo (creo que ya están perfectamente datadas las primeras etapas de sufrimiento y dureza en Euskadi, compensadas de sobra por la calidez de Guipuzkoanos y Bizkainos en forma de hospitalero, camarero, caminante o ciclista que te animará con palabras o sonrisas; los paseitos en barquichuela por Cantabria y sus anchoas; o todas las maravillas asturianas), he redactado a son de sorna, el comienzo de unos mandamientos, para novatos como yo, que creo son comunes a la mayoría de los "aventureros de domingo", cariñosamente hablando, que nos lanzamos al camino.
Es un código abierto, así que todas las aportaciones bien venidas serán.
"1.Odiarás haber llevado tanta ropa desde la primera pedalada."
"2.Amarás a tus tapones para dormir sobre todas las cosas."
"3.Nunca volverás a nombrar a las bolsas de basura en vano. Te asegurarán saco y ropa secos."
"4.Tratarás a los tornillos y tuercas de tu transportín como a tí mismo."
"5.No mentirás. No estás en forma con tus paseitos de domingo hasta que no pases el monte Avril."
"6.Utilizarás el asfalto en tu beneficio siempre que puedas entre Deba y Muskiz, después de 4 martirios arreando la burra empezando por Jaizkibel."
"7.Maldecirás los calapiés dentados a cada cuesta embarrada, pues harán seña de martirio en tus melladas espinillas."
"8.Nunca caerás en la tentación de saltarte una caña o tapa en el sitio idílico que acabas de pasar. Probablemente justo después, encontrarás un puerto que te quite las ganas."
"9.Comentarás afable y hermanado batallitas con bikers extraños, pero jamás compartirás jornada de pedal hasta que hayán pasado tres días. Ellos sí que están en forma y te perderán al segundo km."
"10. Creerás a pies juntillas a los lugareños por encima de cualquier flecha o guía. Este mandamiento se aplicará rigurosamente, a excepción de preguntas sobre distancias a cualquier vasco. Siempre serán diez minutos o un par de kilómetros, traduciendose en tres paredes y hora y media de pedal. Él lo haría en 10 minutos, tú... no!!"
no he terminado el camino... pero no lo digo con ninguna pena, ya que después de 450 kms, he encontrado aquello que iba buscando (aventura, playas, largas conversaciones en las que aprender y aportar, compañeros inesperados, ángeles y demónios).
Sabía que tener que dejar Llanes y alrededores, me iba a costar; tanto, que al final llamé a mi chica y abandoné el camino a cambio de playas de ensueño y potas llenas de fabes, parrochas y pastel de cabracho... ah, y culines y más culines de sidra...
Eso sí, una piedra negra que posa al lado de otra mayor en el mojón compostelano de Niembro, será la primera miguita de pan, de mi próxima mitad de camino (dejado Llanes atrás, espero no caer en la tentación...).
Por aportar algo nuevo (creo que ya están perfectamente datadas las primeras etapas de sufrimiento y dureza en Euskadi, compensadas de sobra por la calidez de Guipuzkoanos y Bizkainos en forma de hospitalero, camarero, caminante o ciclista que te animará con palabras o sonrisas; los paseitos en barquichuela por Cantabria y sus anchoas; o todas las maravillas asturianas), he redactado a son de sorna, el comienzo de unos mandamientos, para novatos como yo, que creo son comunes a la mayoría de los "aventureros de domingo", cariñosamente hablando, que nos lanzamos al camino.
Es un código abierto, así que todas las aportaciones bien venidas serán.
"1.Odiarás haber llevado tanta ropa desde la primera pedalada."
"2.Amarás a tus tapones para dormir sobre todas las cosas."
"3.Nunca volverás a nombrar a las bolsas de basura en vano. Te asegurarán saco y ropa secos."
"4.Tratarás a los tornillos y tuercas de tu transportín como a tí mismo."
"5.No mentirás. No estás en forma con tus paseitos de domingo hasta que no pases el monte Avril."
"6.Utilizarás el asfalto en tu beneficio siempre que puedas entre Deba y Muskiz, después de 4 martirios arreando la burra empezando por Jaizkibel."
"7.Maldecirás los calapiés dentados a cada cuesta embarrada, pues harán seña de martirio en tus melladas espinillas."
"8.Nunca caerás en la tentación de saltarte una caña o tapa en el sitio idílico que acabas de pasar. Probablemente justo después, encontrarás un puerto que te quite las ganas."
"9.Comentarás afable y hermanado batallitas con bikers extraños, pero jamás compartirás jornada de pedal hasta que hayán pasado tres días. Ellos sí que están en forma y te perderán al segundo km."
"10. Creerás a pies juntillas a los lugareños por encima de cualquier flecha o guía. Este mandamiento se aplicará rigurosamente, a excepción de preguntas sobre distancias a cualquier vasco. Siempre serán diez minutos o un par de kilómetros, traduciendose en tres paredes y hora y media de pedal. Él lo haría en 10 minutos, tú... no!!"