18ª Etapa
Muskiz - Güemes (75 km)
La etapa de hoy se nos ha hecho durilla, más que nada por el calor que ha hecho, no ha sido un calor sofocante, pero si ha sido incomodo para pedalear.
El recorrido nos ha llevado por lugares muy bonitos y espectaculares, sobre todo al comienzo y cada vez que tocábamos costa. Como siempre no hemos equivocado en algunos lugares y eso que llevamos G.P.S., ja, ja, ja, si no nos pasase esto, no seriamos nosotros.
Hoy hemos tenido buenas y largas subidas. En Castro Urdiales, gracias al tráfico nos hemos equivocado de ruta y casi salimos sin visitar el puerto, aun así hemos estado en el puerto y en uno de los bares que hay en el pórtico hemos tomado un pintxo cada uno para poder afrontar mejor el día.
Una vez alcanzado Cerdigo las flechas cruzan la N-634 en dirección al cementerio que tras pasar, las flechas, te adentran por una senda que no es ciclable, por lo que hemos decidido saltarnos este tramo y retomar el Camino unos metros más adelante, y merece la pena.
Hoy por segunda vez cruzamos en barco, esta vez entre Laredo y Santoña. La zona de embarque de Laredo está en la misma playa del Puntal. Esta vez las bicis no han pagado, solamente pagan en los meses de verano.
En Santoña, nada más desembarcar, en el mismo lugar hay un bar donde hemos comido un bocadillo cada uno, mejor dicho hemos tragado el bocata, que hambre teníamos!!
Tras pasar Santoña y llegar a la playa de Berria, las flechas suben por una senda el alto de el Brusco. Este tramo también nos hemos saltado por no ser ciclable y se pierde muchísimo tiempo en salvar este obstáculo. Nosotros nos hemos dirigido directamente a San Miguel de Meruelo donde volvemos a retomar las flechas que nos han conducido hasta el Albergue del Abuelo Pueto.
Merece la pena quedarse en este albergue, es distinto a los demás, aquí he vuelto a sentir aquel Espíritu del Camino. A las 20:00 horas hemos tenido una charla sobre la historia del albergue, sobre el padre Ernesto, que no ha podido estar y a las 20:30 horas la cena comunitaria, es agradable compartir mesa con otros peregrinos, bicigrinos solamente nosotros.