por txema Lun 23 Mayo 2011, 9:21 pm
Aspectos físicos y del recorrido:
La verdad es que en muchas etapas he llegado cansado, y en algunas muy , muy cansado, pero la recuperación para el día siguiente ha sido buena en todas las etapas.
Yo por mi lesión no debo de permanecer muchas horas sentado de forma seguida, lo que me obligaba a parar en algunas de las etapas y estirarme en el primer banco que encontrase. La anécdota fue que el día que llegaba a Arzua, me paré 30 minutos para que descansase el trasero y que corriese un poco la sangre, ante el peligro de que se me hagan llagas. Bueno pues al sentarme en el banco se me cayo el mapa entre el asiento y el respaldo. Y tonto de mi pase el brazo lo cogí y a la hora de sacarlo no podía, Ya me veis a mi tirado en un banco de Arzua con el brazo aprisionado en un banco y sin saber que hacer. reir por lo cómico de la sensación o llorar por lo ................ que era. Ya me veía llamando a los bomberos para que serrasen el banco. Pasaron algunas personas, pero el orgullo me hizo callarme y con un poco de paciencia logré sacar el brazo. Eso si con unos pequeños moratones..
Físicamente me he encontrado muy bien pero he experimentado la sensación de creer que estas totalmente agotado, y ver que aun te queda algo y que se puede aun más. Los peores días fueron
el primero, por tener que subir la Grajera ( Logroño) con subidas, tierra y piedras,
la etapas de Samos a Portomarin ya que habían subidas fuertes a la salida de Samos, de Sarria y para llegar a Paradela. Ese día hacia muchísima calor, y al final me quedé sin agua sin posibilidad de repostar en ningún sitio, ya que la nacional no tiene ningún punto intermedio. ese día lo pase verdaderamente mal y aunque no soy muy religioso, hubo un momento en que de forma espontánea miré al cielo y le dije a mi madre y a mi tía ( que fallecieron hace muchos años), que o me sacaban de ahí o no podía continuar.. Eso me hizo coger fuerzas y acabar de subir los 3 Km que me faltaban. Puedo parecer raro pero eso fue lo que me ocurrió. Me acordé mucho de Tomas que siempre dice que el camino es mas psicológico que físico.
y de Portomarín Venta de Navas. Estaba avisado de antemano de la dureza y el día anterior descanse y comí a conciencia siguiendo las instrucciones del ingeniero jefe y empecé el día con ganas y dispuesto a comerme el mundo. Pero al salir de Portomarín y hacer la primera subida y bajada, y al empezar la segunda subida, la silla no me traccionaba y me dije que tenia que tomar una solución rápida. Y lo que hice fue llamar un taxis para que se llevase la tercera rueda y las alforjas, para poder continuar subiendo. Ese día cometí el error de hablar con Maria José en el momento en que estaba de bajón y la preocupe demasiado. Tenia que haber hablado solo con Vicens y tirar para arriba A partir de ahí fue duro, pero menos que la subida a Foncebadon y conseguí llegar a Ventas de Naron en donde me paré ya que los brazos los notaba muy cansados. Supongo por haber hecho un tipo de esfuerzo diferente al que estaba realizando al pedalear me pasó factura. Fue una gran decisión que nunca llegaré a agradecer suficiente a Papa Rossi.
También me gustaría explicar el tema de Foncebadon y O Cebreiro, que no se si por que estaba avisado, o porque, los subí con mucho esfuerzo pero sin el dolor de los tramos que he explicado anteriormente.
En los dos casos llegué pronto al punto de inicio de las subidas, eran las 11,30 , y me encontraba pletórico. Así es que pensé que todo lo que ganase ya lo tendría hecho y que al día siguiente seríamas llevadero y no me equivoque.
Subir Foncebadom, La Cruz de Ferro y llegar a las antenas de los militares en un dia y llegar a Villafranca del Bierzo hubiese sido imposible, y lo mismo digo con subir a Piedrafita Ocebreiro, O'Cebreriro i el Poio.
Y dejo para el Final Galicia. Yo me imagino que Galicia es poco un ser vivo que esta allí quieto y esperando. Que cuando llegas tocado por todo lo que has hecho, te está esperando y que piensa,
"Si crees que has acabado, ahora vas a saber lo que es bueno "
Galicia fue de le peor, pero con mucha diferencia. En las etapas anteriores sabes lo que llega y lo que va a durar. En Galicia sabes los kilómetros que faltan pero no sabes como serán. Pero seguro que planos no serán. Hasta el último día y viendo las 3 puntas de la catedral de Santiago a lo lejos y llorando y abrazado a mi hijo, pensaba que no era posible que Galicia ya se hubiese acabado y que estaba seguro que aun me esperaba alguna que otra subida.
El día que llegó mi familia y volví a Melide desde Pedrouzo en coche desandé el camino de ese día, y me quedé alucinado por lo que había subido y bajado ese día. Y las pendientes que había tenido que sortear. Bien es verdad que llevaba 18 días de tralla.
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