no me gusta decir palabrotas... pero esto se lo merece
JODER MENUDO LADRILLAZO!!!
Uff! Lo he leido de pe a pa, pero para una mente simple como la mia, me da la impresion que da muchos rodeos para expresarse y no decir nada
parece que se las quiera dar de sabio , citando en la exposicion los textos de la Biblia, luego sale con El Quijote y para terminar con La Reina de Africa... vamos que cuando acabas de leer realmente no sabes que ha querido decir... A mi me gusta la gente que dice las cosas claras y con pocas palabras y un discurso claro... como Ray Loriga. Vamos que siempre me ha parecido un engriedo el S. D.
Bueno no sigo por que este hombre es un cúmulo de contradiciones.
Mejor dejar en paz el Ladrillazo del S. D. y leer este de Julio Cortazar...
[Tienes que estar registrado y conectado para ver esa imagen] VIETATO INTRODURRE BICICLETE
[Tienes que estar registrado y conectado para ver esa imagen] En los bancos y casa de comercio de este mundo a nadie le importa un pito que alguien entre con un repollo bajo el brazo, o con un tucán, o soltando de la boca como un piolincito las canciones que me enseñó mi madre, o llevando de la mano un chimpancé con tricota a rayas. Pero apenas una persona entra con un bicicleta se produce un revuelo excesivo, y el vehículo es expulsado con violencia a la calle mientras su propietario recibe admoniciones vehementes de los empleados de la casa.
Para una bicicleta, ente dócil y de conducta modesta, constituye una humillación y una befa la presencia de carteles que la detienen altaneros delante de las bellas puertas de cristales de la ciudad. Se sabe que las bicicletas han tratado por todos los medios de remediar su triste condicion social.
Pero en absolutamente todos los países de la tierra está prohibido entrar con bicicletas. Algunos agregan: " y perros", lo cual duplica en las bicicletas y en los canes su complejo de inferioridad.
Un gato, una liebre , una tortuga, pueden en principio entrar en Bulli o en los estudios de los abogados de la Diagonal sin ocasionar más que sorpresa, gran encanto entre telefonistas ansiosas , o a lo suma una orden al portero para que arroje a los susodichos animales a la calle.
Esto último puede suceder pero no es humillante , primero porque sólo constituye una probabilidad entre muchas , y luego porque nace como efecto de una causa y no de una fria maquinacion preestablecida, horrendamente impresa en chapas de bronce o de esmalte, tablas de la ley inexorable que aplastan la sencilla espontaneidad de las bicicletas, seres inocentes.
De todas maneras, ¡cuidado, gerentes! , Tambien las rosas son ingenuoas y dulces , pero quizá sepais que en una guerra de dos rosas murieron principes que eran como rayos negros, cegados por pétalos de sangre. No ocurra que las bicicletas amanezcan un dia cubiertas de espinas, que las astas de sus manubrios crezcan y embistan , que acorazadas de furor arremetan en legión contra los cristales de las compañias de seguros, y que el dia luctuoso se cierra con baja general de acciones , con luto en veinticuatro horas, con duelos despedidos por tarjeta.