Paulo Coelho
La vida es como una carrera de bicicletas – cuya meta es cumplir un reto personal.
Al principio, estamos juntos - compartiendo camaradería y entusiasmo. Pero a medida que avanza la carrera, la alegría inicial da paso a los verdaderos desafíos: el cansancio, la monotonía, las dudas sobre nuestras propias capacidades.
Reparamos en que algunos amigos desisten del desafío – Ellos siguen en la carrera pero apenas porqué no pueden parar en medio de la carretera, ellos son numerosos y pedalean al lado de un coche de apoyo, conversan entre si y convierten su reto en obligación.
Con el tiempo nos distanciamos de ellos, y luego nos vemos obligados a hacer frente a la soledad, en las curvas desconocidas en la carretera, los problemas con la bicicleta... Y después de algún tiempo, comenzamos a preguntarnos si vale la pena tanto esfuerzo.
Sí, vale la pena. Y no hay que desistir.
*****************
A mí me va como anillo al dedo.........., no me encuentro solo (ni mucho menos ) , pero a veces pienso que en mi camino he dejado atrás a muchas personas queridas que se han quedado entretenidas en esas curvas de la carretera........., personas que como en una salida de bicicletas llevan otros ritmos o tienen otros destinos.
Esas personas fueron compañeros de viaje y ahora los cruces de los caminos nos llevan a unos hacia un lado y a otros hacia otro.......
Uno siempre debería saber que camino seguir y si el sitio hacia el que nos dirigimos vale la pena.....
Uno siempre debería tener muy claro cual es su puerto de destino.
y para acabar me remito a las palabras de un gran amigo al que quiero mucho:
" NO HAY VIENTOS FAVORABLES PARA QUIEN NO TIENE PUERTO DE DESTINO "
La vida es como una carrera de bicicletas – cuya meta es cumplir un reto personal.
Al principio, estamos juntos - compartiendo camaradería y entusiasmo. Pero a medida que avanza la carrera, la alegría inicial da paso a los verdaderos desafíos: el cansancio, la monotonía, las dudas sobre nuestras propias capacidades.
Reparamos en que algunos amigos desisten del desafío – Ellos siguen en la carrera pero apenas porqué no pueden parar en medio de la carretera, ellos son numerosos y pedalean al lado de un coche de apoyo, conversan entre si y convierten su reto en obligación.
Con el tiempo nos distanciamos de ellos, y luego nos vemos obligados a hacer frente a la soledad, en las curvas desconocidas en la carretera, los problemas con la bicicleta... Y después de algún tiempo, comenzamos a preguntarnos si vale la pena tanto esfuerzo.
Sí, vale la pena. Y no hay que desistir.
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A mí me va como anillo al dedo.........., no me encuentro solo (ni mucho menos ) , pero a veces pienso que en mi camino he dejado atrás a muchas personas queridas que se han quedado entretenidas en esas curvas de la carretera........., personas que como en una salida de bicicletas llevan otros ritmos o tienen otros destinos.
Esas personas fueron compañeros de viaje y ahora los cruces de los caminos nos llevan a unos hacia un lado y a otros hacia otro.......
Uno siempre debería saber que camino seguir y si el sitio hacia el que nos dirigimos vale la pena.....
Uno siempre debería tener muy claro cual es su puerto de destino.
y para acabar me remito a las palabras de un gran amigo al que quiero mucho:
" NO HAY VIENTOS FAVORABLES PARA QUIEN NO TIENE PUERTO DE DESTINO "